Iniciamos en 1976 como resultado de la preocupación por la discriminación hacia las mujeres en nuestra sociedad, especialmente mujeres involucradas en prostitución.
Desde el principio, se estableció trabajar en dos frentes. El primero, a través de un trabajo directo con las mujeres inmersas en la prostitución, acercándonos a los lugares donde suelen acudir en busca de clientes. y el segundo, con la comunidad, para crear conciencia sobre esta problemática.
luchamos por sus derechos
Nuestro nombre se inspira en una significativa cita bíblica del evangelio de San Juan (4,1-45). Según este relato, Jesús de camino a Galilea, pasa por el país de Samaria y llega al pueblo de Sicar, donde se encuentra el Pozo de Jacob. Cansado, se detiene junto al pozo y pide a una mujer samaritana que acudía por agua, que le diera de beber, ella queda sorprendida por este pedido. En aquella época un hombre no podía dirigirse, en público, a una mujer, menos aún si era una samaritana, pues los judíos se consideraban superiores por razones religiosas. Con este gesto Jesús irrumpe contra el sistema discriminatorio de la época.
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Nuestra asociación ya lleva 30 años apoyando la labor del Movimiento El Pozo. Apoyamos a Movimiento El Pozo porque nos impresiona mucho su compromiso valiente y persistente con las mujeres y sus derechos.
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Nuestros objetivos al embarcarnos en la tarea de brindar apoyo y amistad a mujeres que sufren discriminación, maltrato, vulneración de sus DD.HH. por estar involucradas en prostitución y/o trata sexual y, simultáneamente, hacer que la sociedad en su conjunto comprenda en su verdadera dimensión lo que esto significa. Creo que a lo largo de estos años seguimos y seguiremos en esta lucha, junto con otros grupos ya que el problema continúa vigente y se complica aún más por la situación que vive nuestro país.
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Nuestra institución surge de la sensibilidad ante las personas involucradas en el comercio sexual, y del cuestionamiento ante una problemática que vulnera los Derechos Humanos. Busca el cuestionamiento de la demanda como el origen del comercio sexual y dar voz a quienes se les sanciona y limita por una doble moral existente en nuestro medio. Por ello a través de los años, seguimos trabajando con la población vulnerable: mujeres, niñas y adolescentes explotadas sexualmente, y también jóvenes, hombres y mujeres, que corren el riesgo de ser explotadas o ser explotadores. Las acciones preventivas son imprescindibles para contribuir a la erradicación de la explotación sexual
Movimiento El Pozo, fundado en 1976. Trabajamos contra la opresión y discriminación de las mujeres en nuestra sociedad.